- Autogestión, el alumno como agente activo: el estudiante establece sus propios objetivos y metas, ya que él sabe lo que quiere lograr en base a las necesidades propias de su entorno. Esto se caracteriza por una nueva relación con el saber, nuevas prácticas de aprendizaje y facilidad de adaptación a situaciones educativas en permanente cambio. Se desarrolla así la naturaleza autónoma del estudiante virtual, encabezadas por la responsabilidad, la autogestión, la motivación personal, los intereses propios, la capacidad de asumir nuevos retos y ser flexible ante nuevas realidades.
En conclusión el rol más importante del estudiante virtual es pasar de ser un actor pasivo o solo receptor a un individuo activo donde logre ser el protagonista y el responsable de su propio aprendizaje desarrollando habilidades que le permitan sacar el máximo de provecho de las estrategias educativas definidas por el profesor.
-Aprendizaje activa: Aproximar al alumno al mundo real.Promueven autonomía y placer en la hora de aprender y ofrecer una experiencia de aprendizaje estimulante, democrático y creativo. Se caracteriza por actividades muy bien estructuradas y retadoras, con la suficiente flexibilidad para adaptarlas a las características del grupo de aprendizaje e incluso a nivel individual.
-Gestión participativa: las prácticas pedagógicas, las relaciones sociales y la organización de lo cotidiano escolar son llevadas de forma participativa envolviendo los agentes del día a día: estudiantes, equipo pedagógico y administrativo.
La gestión participativa pretende aprovechar la creatividad presente en todos los niveles de la organización y concretarla en innovación, es decir, en una mejora de los procesos o del rendimiento de los recursos que signifique una ventaja competitiva. Se fundamenta en una buena política de comunicación interna, que estructure y canalice el conjunto de mensajes que se intercambian los diferentes agentes colectivos (equipos o áreas) o individuales que forman parte de la misma organización.
-Paidocentrismo: escuela, educación y contenidos ajustados y centrados en el niño, en sus intereses y necesidades. El alumno constituye en el eje de toda actividad, en oposición con las metodologías tradicionales, donde el profesor era el eje central de todo proceso y utilizaba su poder y fuerza para imponerse en lugar de utilizar la razón y crear un ambiente favorable a su alrededor para que puedan aprender y desarrollarse para formar parte de esta sociedad.
El rol del maestro es enseñarles a hacer y debe dejarles hacer, es decir el enseñarles a aprender. Se les debe enseñar a observar por medio de la experimentación y todo lo que ello conlleva: preguntar, probar, averiguar, intentar, fallar, volver a intentar.
El maestro además debe tener en cuenta las necesidades del alumno, y sus aspectos biológicos y psicológicos, dando importancia a su salud y bienestar y su integración social. Debe ser una educación personalizada que se adapte a las peculiaridades de cada alumno y las transforme en oportunidades para el aprendizaje.
-Flipped classroom: consiste en “dar la vuelta a la clase”.
El alumno realiza el trabajo contenidos en casa en vez de en el aula para así tener más tiempo en clase para crear proyectos, organizar experimentos o facilitar el aparato cooperativo.
Facilita la atención a la diversidad y, por tanto, que el proceso de enseñanza-aprendizaje pueda personalizarse implicando al mismo nivel, tanto a los alumnos con capacidades superiores a las de la media, como a los que tienen dificultades en algunos aspectos que les impiden seguir el ritmo de la mayoría.
El plan es dedicar el tiempo en el aula para discusión, resolución de dudas y tareas más creativas que requieran la presencia y el asesoramiento del profesor, que se adaptará a las necesidades de cada alumno. Esto puede llevarse a cabo en grupos o bien individualmente, lo que permite marcar diferentes ritmos para cada alumno según sus capacidades y mejorar el ambiente de trabajo en el aula gracias al rol activo de cada estudiante.
Puede además ofrecer una serie de actividades todavía más creativas y lúdicas a todos los que vayan completando los objetivos mínimos de cada sesión. Estas actividades pueden ser juegos, retos o pequeños proyectos.
-Inteligencias múltiples: Consiste en tratar en la escuela todos los tipos de inteligencia haciendo que los alumnos mejoren cada uno de los tipos de inteligencia, pero sobretodo potenciar los tipos de inteligencia que más condiciones tienen para desarrollarla.
Para potencias este tipo de trabajos se utilizará el método de trabajo por proyectos que les proporcionará oportunidades para mejorar la comprensión de conceptos.
Para potenciar las inteligencias múltiples no llega con ofrecer una gran variedad de materias si no que es necesario comprender las habilidades e intereses de cada alumno para poder potenciar distintos tipos de inteligencia en cada uno.
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